Cambiar la manera en cómo pensamos en los desechos tiene el potencial de traer numerosas ventajas económicas, sociales y ambientales a las ciudades, según muestra un nuevo informe de la Comisión Económica y Social de Naciones Unidas para Asia-Pacífico (ESCAP) y Waste Concern, una organización de Bangladesh.

El informe recopila los resultados y las lecciones aprendidas de un programa regional de seis años de ESCAP para proponer recomendaciones concretas a los gobiernos para abordar la crisis de basura cada vez más grave en Asia-Pacífico. Cálculos recientes estiman que la generación de desechos de la región aumentará de un millón de toneladas al día en 2012 a casi 2,5 millones de toneladas en 2025.

Sin embargo, este incremento en la cantidad de basura presenta una oportunidad sin explotar, indica el estudio. Una gran proporción de los desperdicios sólidos generados en las áreas de bajos y medianos ingresos son orgánicos, por lo que pueden ser reciclados y transformados en biogás, que a su vez puede ser utilizado como una fuente de energía.

El informe recomienda usar el modelo descentralizado y comunitario para transformar desperdicios en recursos utilizado de manera exitosa por Waste Concern en ciudades de toda la región. La organización asegura que hasta 90 por ciento de la basura sólida puede ser reciclada.