EFEverde.- Mientras una gran parte de México registra dos frentes fríos, la sequía prolongada en el istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, al sur del país, ha hecho que un templo dominico del siglo XVI resurja de las aguas de una presa en la que quedó sumergido.

La presa Benito Juárez, situada en el municipio de Jalapa del Marqués, ha bajado su nivel de agua en un 50 % en los últimos años, dejando entrever la parte superior del templo, compuesta por una bóveda de cañón que une dos cúpulas.
La historia del templo, construido a base de piedra y ladrillo, se remonta a mediados del siglo XVI, en la población conocida como Jalapa Viejo.
Es entonces cuando se tienen las primeras referencias documentales de este conjunto, integrado por iglesia, capilla abierta y convento, que fue ideado para los religiosos dominicos que se encargaban de evangelizar la región.

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SUMERGIDO DESDE 1962 CUADO SE CONTRUYO LA PRESA

En 1859 quedó a disposición del Gobierno por la ley de desamortización promovida por el entonces presidente Benito Juárez y no fue hasta 1962 cuando se construyó la presa que la sepultó.
Aunque conserva gran parte de su estructura, el paso del tiempo ha favorecido el deterioro de parte de los elementos del templo.
Hace unos diez años “se cayó la cruz” y “también teníamos el campanario (…), no hace mucho tiempo que se derribó”, afirmó a Efe Miguel Olivera, pescador que con su lancha acerca a los turistas a las ruinas.
“Si la situación sigue crítica, va a llegar el momento en que se va a secar completamente”, asegura el pescador.
La presa sigue descendiendo su nivel, y ya está al 40 % de su capacidad, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Proporciona agua para los terrenos de cultivo de 25 municipios oaxaqueños y para una refinería cercana.
Según el meteorólogo de la Conagua Julio Salazar, los niveles “más críticos” de sequía en el estado se concentran en las poblaciones del istmo. EFEverde