En Saint-Etienne Croacia y Republica Checa protagonizaron un intenso partido por el grupo D, que termino igualado 2-2. los Croatas tuvieron ventaja de 2-0 péro la Republica checa completo la remontada en tiempo de reposicion despues de que el partido sufriera una para de 5 minutos por una lluvia de objetos caidos desde la tribuna, entre ellos una bo,ba de estruendo que afecto a un miembro del equipo de logistica del estadio. con el marcador 2-1 tras la reanudacion la Republica Checa logro el empate desde los 12 pasos.
Croacia comenzó mejor el encuentro, y en el 20’ Ivan Perišić no llegó por muy poco a conectar un centro raso desde la banda izquierda de Mario Mandžukić. En los checos, el veterano Rosický adelantó su posición con respecto al encuentro ante España, si bien no intervino demasiado en la primera media hora.
El combinado balcánico seguía siendo superior a su rival, y en el 37’ obtuvo su recompensa. Tras una pérdida de Jaroslav Plašil en el centro del campo, Perišić, muy activo, pisó área checa con comodidad y tuvo tiempo para sacar un zurdazo cruzado que superó a Petr Čech. El del Inter dedicó el tanto a su compañero Srna, que el domingo había perdido a su padre. Con el 0-1 para Croacia se llegó al descanso.
No le quedaba otra a la República Checa que adelantar líneas en la segunda parte en busca de un gol que les mantuviese vivos en el Grupo D, pero ello parecía venirle bien a una Croacia que encontraba más espacios cada vez que salía con la pelota controlada. Ivan Rakitić lo intentó en el 46’ con un disparo que se marchó alto.
El del Barcelona no necesita muchas ocasiones para demostrar su calidad, y en el 59’ dispuso de una inmejorable. Tras una nueva pérdida de los checos en la medular, Marcelo Brozović asistió para Rakitić y éste superó a Čech con una excelente vaselina. El 0-2 dejaba casi sentenciado el choque y a la República Checa.
Pero Vrba movió el banquillo, y Škoda le dio la razón al recortar distancias en el 76’. Rosický puso un buen centro al corazón del área y el recién ingresado delantero mandó la pelota al fondo de la red con un testarazo impecable.
Y cuando el partido agonizaba, una mano dentro del área croata permitió que Necid, otro que acababa de entrar, transformara el penalti para poner el definitivo 2-2 en el marcador de Saint-Étienne.