No era una semifinal más. Después de tres oportunidades perdidas (2008, 2010, 2012), Andy Murray no estaba dispuesto a dejar escapar el tren otra vez para poder pelear por su primer título en las Finales Barclays ATP World Tour. Y no lo hizo. El No. 1 del Emirates Ranking ATP remontó ante el debutante en semifinales Milos Raonic por 5-7, 7-6(5), 7-6(9), después de tres horas y 38 minutos, que lo convierte en el partido a tres sets más largo de la historia del torneo desde que se registra este dato.

Había algo más en juego que el pase a la final del torneo que reúne a las ocho mejores raquetas del mundo. Si no era premio suficiente ganarse el derecho a luchar por este prestigioso título, detrás del telón se fijaba también la batalla con Novak Djokovic por el No. 1 del mundo, y superar al canadiense significaba acercarse a la posibilidad de finalizar el año en lo más alto de la clasificación, sin atender a los resultados del serbio.

La victoria de Murray traslada ahora la presión a Djokovic, que está obligado a derrotar este sábado a Nishikori para seguir vivo también en la lucha por el No. 1 del Emirates Ranking ATP al final de 2016. El escocés pretender consolidar su posición privilegiada para ser el 17º jugador de la historia (desde 1973) en acabar No. 1 una temporada, mientras que el serbio busca terminar en lo alto por quinta vez en los últimos seis años.

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