La posición que a estas alturas de la temporada ocupa Roger Federer (No. 17 del Emirates Ranking ATP) provocó que ya en la tercera ronda del Abierto de Australia tuviese que medirse a un rival clasificado entre los diez mejores del mundo. En este caso, el No. 10 Tomas Berdych fue el encargado de comprobar que el nivel del suizo permanece intacto en su vuelta a las pistas tras seis meses fuera de la competición (6-4, 6-2, 6-4).

Desde el inicio Federer amenazó con desatar la tormenta. Disfrutaba en la intensidad del peloteo y se sentía dueño y señor de la situación. Era capaz de mover al checo de lado a lado, y del fondo a la red, con cambios de ritmo y dejadas. Fresco de piernas y ágil de muñeca. Conservó un equilibrio perfecto entre ganadores (40) y errores no forzados (17).

Apenas tardó en provocar su primera situación a favor en el resto. En el quinto juego del partido logró el primero de los 4 breaks -en 5 oportunidades- que firmó en su victoria ante Berdych. La propuesta agresiva, respaldada con 23 subidas a la red (20 de ellas con éxito), se cimentó en una sobresaliente fiabilidad con su primer saque durante todo el encuentro. Y es que Federer se adjudicó 39 de los 41 puntos que puso en juego con este golpe (95%).

El más rápido. De los tres encuentros que Federer acumula en esta edición, el de este viernes fue el partido en el que menos tiempo empleó para cerrar el triunfo con una hora y 30 minutos. También en el que menos juegos cedió (10). En la primera ronda ante Jurgen Melzer necesitó 2 horas y 5 minutos, concediendo 15 juegos, mientras que en segunda ronda frente a Noah Rubin dejó escapar 14 juegos en dos horas y 3 minutos. El suizo ha ido de menos a más.

Un cuadro muy duro. El lado por el que avanza Federer ha condensado la presencia de jugadores de máximo nivel y en octavos de final espera el No. 5 del mundo Kei Nishikori. El japonés dominó a Lukas Lacko tras un 6-4, 6-4, 6-4 en dos horas y 11 minutos. Además la dificultad no termina aquí. Quien gane podría enfrentarse en cuartos de final al No. 1 del mundo Andy Murray, si es capaz de derrotar a Mischa Zverev. Federer domina los enfrentamientos ante el japonés por 4-2.

What are numbers, anyway? Roger Federer, the 35-year-old No.17 seed at this year’s Australian Open, made a mockery of his age and standing in the men’s ranks to surge through to the fourth round at Tomas Berdych’s expense, 6-2 6-4 6-4.