En Acapulco parece invencible. La cancha del estadio Pegaso parece infundirle a Rafael Nadal una fuerza inusual, que lo lleva a definir los encuentros con autoridad.
El griterío de las más de siete mil almas nutre al español, que este viernes alcanzó su tercera final en el Abierto Mexicano de Tenis Telcel, tras vencer con comodidad al croata Marin Cilic por 6-1 y 6-2 en 83 minutos de juego. El español llega a la disputa por el título sin ceder sets en el certamen, en el que se coronó en 2005 y 2013.
Esta es la segunda final de la temporada para Nadal, después de enfrentar a Roger Federer por el título del Abierto de Australia, que además representa la oportunidad de convertirse en tricampeón en Acapulco y colocarse como un de los tres jugadores que han ganado el certamen más de dos veces (David Ferrer y Thomas Muster lo ganaron cuatro veces).