El croata, suelto bajo la atenta mirada de Jonas Bjorkman, siguió imponiendo su ley entre los muros de un All England Club que asiste a la candidatura de un aspirante nuevo a la copa dorada.
El jugador de Medjugorje logró remontar por 6-7, 6-4, 7-6(3) y 7-5 al estadounidense Sam Querrey tras dos horas y 56 minutos para firmar su primer final de Wimbledon, la segunda en categoría de Grand Slam en toda su trayectoria profesional.
Con esta victoria Cilic hizo historia para su país, convirtiéndose en el segundo jugador croata de toda la historia capaz de pisar la final en Londres, algo únicamente logrado previamente por el campeón de 2001 Goran Ivanisevic.
La irrupción del balcánico hasta la final de Wimbledon sirve para coronar una imponente temporada de hierba en la que acumula 11 victorias en 12 partidos, sumando al resultado en la capital británica las semifinales firmadas en el Ricoh Open de ’s-Hertogenbosch y el subcampeonato cosechado en el Aegon Championships de Queen’s.
Ahora, y con el objetivo de levantar el segundo Grand Slam de su carrera deportiva, Marin Cilic espera rival para la gran final del domingo. Un oponente que saldrá de la segunda semifinal a librar este viernes entre el suizo Roger Federer, siete veces campeón del torneo, y el checo Tomas Berdych, vigente semifinalista y subcampeón en la edición de 2010.
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