El progreso en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema depende de la eliminación de la “triple discriminación” a la que se enfrentan las mujeres indígenas, declaró este viernes el director general del Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
José Graziano da Silva aseguró ante el Foro de Mujeres Indígenas en México que ellas sufren tasas mucho más altas de pobreza, desnutrición crónica y analfabetismo, así como tienen un menor acceso a la atención médica y a la participación en la vida política.
«Las mujeres indígenas se enfrentan a una triple discriminación que incluye la pobreza, el género y la etnia, tanto dentro como fuera de sus comunidades, lo que las hace altamente vulnerables», declaró el jefe de la FAO.
Agregó que ayudar en el empoderamiento social y económico de estas mujeres no es sólo una “excelente manera de apoyarlas” sino también una condición necesaria para erradicar el hambre y la malnutrición en sus comunidades.
El Foro de la FAO fue organizado para desarrollar recomendaciones de políticas públicas que empoderen a las mujeres indígenas, fortalezcan su toma de decisiones y reconozcan sus derechos a nivel comunitario para mejorar su liderazgo y sus oportunidades de desarrollo.
En América Latina y el Caribe, hay alrededor de 45 millones de indígenas que representan el 8,3% de la población, pero es el 15% de ellos quienes padecen inseguridad alimentaria y pobreza extrema.
El nuevo Atlas Regional de Mujeres Rurales de la FAO reveló que las mujeres indígenas en la región enfrentan las tasas más altas de pobreza y desnutrición que cualquier otro grupo social y ganan cuatro veces menos que los hombres.