El presidente de la oficina técnica del Giro de Italia, Luigi Bosio, ha resaltado en el Fórum Internacional de Gestión de Residuos «Wastinprogress» que la recogida selectiva de basura de esta competición deportiva alcanza el 89 %.

Recogida selectiva en el Giro de Italia

Bosio, que dirige la cooperativa ERICA, dedicada al cuidado del entorno natural y aliada del Giro de Italia, ha explicado que esta cifra récord se alcanzó en 2017, cuando se reciclaron más de 76 toneladas de desechos, de las que más de 50 correspondían a papel y cartón.

Este responsable del proyecto “Ride Green” para reducir el impacto medioambiental del Giro ha explicado que trabajan con un presupuesto de 100.000 euros, que cubren los patrocinadores.

Luigi Bosio ha destacado también la implicación de los corredores y las diferentes iniciativas que han desarrollado para concienciar al público y a los equipos participantes.

Entre las últimas acciones ideadas sobresale la de recoger el tejido de los carteles que recubren las vallas de meta y otros puntos de interés de la carrera cuando finaliza su vida útil y confeccionar con la tela bolsas ecológicas que se utilizan en la presentación oficial de la prueba.

Todo ello con el objetivo, según Luigi Bosio, de obtener la certificación de evento sostenible, una meta con la que colaboran personalidades que prestan su imagen al proyecto “Ride Green” como es el caso del exprimer ministro italiano y expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.

Bosio ha explicado que la recogida selectiva se aplica también a los equipos participantes y ha dado apuntes de futuro como la intención de reducir la emisión de dióxido de carbono de la caravana de vehículos que sigue cada etapa.

Concienciar sobre el medio ambiente

El 89 % de reciclaje alcanzado incrementa su mérito con datos como que 12,6 millones de personas siguen el Giro de Italia, aunque la organización puntualiza que dos millones de ellos son menores de catorce años, “una invitación a concienciarlos sobre la importancia del medio ambiente”.

Esa línea pedagógica es también clave en la política de comunicación de la carrera y en las conversaciones con los patrocinadores.

Wasteinprogress

Luigi Bosio durante su intervención hoy en la sesión del Fórum Internacional de Gestión de Residuos Municipales ‘Wasteinprogress’. EFE/Robin Townsend

Luigi Bosio ha explicado que, el año pasado, una marca de cerveza ofrecía latas al público para darse a conocer por todo el país y que el posible impacto de esta acción se compensó con contenedores en cada lugar donde se dispensaban y el sorteo de una bicicleta entre quienes reciclasen esos envases.

“Este 2018 se hará lo mismo con una empresa de bebidas isotónicas que repartirá muestras entre los aficionados”, ha indicado Bosio, quien ha puntualizado que, antes del “Ride Green”, “muchos ayuntamientos tenían reticencias para recibir al Giro, porque lo dejaba todo hecho un desastre”.

Incluso, conscientes de que los corredores intentan despojarse de todo peso en los metros finales de la etapa para disputar el esprint en las mejores condiciones, se marca una zona como último lugar para tirar desechos antes de la línea de meta.

El espacio habilitado para patrocinadores y compromisos institucionales y de relaciones públicas, conocido como ‘hospitality’, ha abolido el plástico de la cubertería, según se ha explicado en el Wasteinprogress.

La numerosa audiencia que ha asistido a la ponencia, la primera de la jornada de este fórum internacional sobre residuos, ha aplaudido la intervención de Luigi Bosio, que ha recibido felicitaciones posteriormente de diversos asistentes interesados en toda esta política medioambiental aplicada a una competición deportiva.

El Wasteinprogress dedica la edición de este año a este tipo de acontecimientos de masas, así como a las políticas implementadas en favor del reciclaje en ciudades turísticas. EFEverde