La organización ecologista Greenpeace alertó  del hallazgo de microplásticos en aguas remotas y vírgenes de Escocia, que amenazan a las aves marinas y las poblaciones de peces, tras dar a conocer los resultados de una expedición marina centrada en la contaminación por plásticos.

Greenpeace recogió muestras a bordo del barco Beluga por las costas escocesas durante el año pasado, con especial interés en las Islas Hébridas (en el oeste de la región británica) y en áreas importantes para la alimentación de tiburones peregrinos y aves marinas como alcatraces, frailecillos, alcas y pardelas.

En total se tomaron 49 muestras de las aguas que rodean también las islas Rum, Mull y Tiree, los lagos Ness, Alsh, Linnie y el río Firth of Forth, que fueron analizadas en la Universidad de Exeter (Inglaterra), y de ellas 31 dieron positivo en microplásticos.

La preocupación en torno a estas partículas reside en que pueden transportar una variedad de aditivos químicos y contaminantes debido a su naturaleza sintética, y ser absorbidas fácilmente por el agua marina con el consecuente peligro para las especies.

En concreto, los productos químicos encontrados en las muestras incluyen los utilizados como aditivos en plásticos, algunos de los cuales han sido clasificados como “tóxicos para la reproducción” o se sospecha que pueden producir alteraciones hormonales.

Microplásticos

Tisha Brown, activista en defensa de los océanos de Greenpeace, alertó del hecho de que estos residuos “estén presentes en algunas de las aguas más remotas y vírgenes de Escocia”.

“Aves marinas amenazadas y otros animales salvajes ya están expuestos a ellos, junto con las poblaciones de peces que comemos, y actualmente no existe ningún mecanismo coherente o incluso un plan para evitar que este problema empeore”, destacó.

Los expertos avisan de los posibles riesgos para la salud humana que puede tener ingerir alimentos como el pescado en los que pueden introducirse partículas derivadas de las grandes cantidades de plásticos que contaminan los océanos. EFEverde