Probablemente sea difícil plantear una propuesta mejor que la que Dominic Thiem presentó en los cuartos de final del US Open para tratar de derrocar al vigente campeón Rafael Nadal. Desborde desde el revés y potencia con la derecha fueron los argumentos contra los que tuvo que combatir el número uno del mundo, que lejos de intimidarse acabó remontando por 0-6, 6-4, 7-5, 6-7(4), 7-6(5).

En otra cálida noche neoyorquina donde el termómetro coqueteó con los 30 grados y el porcentaje de humedad estuvo cerca del 70%, el español fue de menos a más. Le costó entrar en el partido, mientras su rival no tuvo piedad en pasarle por encima. Hasta que despertó. Hasta que después de cuatro horas y 49 minutos apagó los destellos de Thiem para hacerlos propios y abrirse paso en semifinales.

Nadal se presenta entre los cuatro mejores en Flushing Meadows por séptima vez en su carrera desde que se estrenó en esa ronda hace diez años. Además, eleva a once las victorias consecutivas en la pista dura del Grand Slam estadouniense desde que inició su camino a su tercer título el pasado curso.

En semifinales Nadal se medirá ante uno de sus grandes rivales esta temporada, Juan Martín del Potro. El argentino, que ha ascendido este año a la posición más alta de su carrera (No. 3), ha perdido sus últimos tres encuentros consecutivos ante el español, todos en Grand Slams (SF US Open 2017, SF Roland Garros 2018 y Wimbledon 2018).

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