No fue de la manera esperada. Novak Djokovic peleará por una plaza en la final del Abierto de Australia y lo hará tras ver cómo su rival Kei Nishikori no podía terminar el encuentro por lesión. Cuando el No. 1 del Ranking ATP dominaba por 6-1 y 4-1 el marcador, el japonés tuvo que decir basta.
“Me encanta batallar en mis partidos y con Kei siempre es especial. Espero que se recupere pronto y que no sea algo serio”, confesó Djokovic en pista. La parte positiva para el serbio es que después de 52 minutos, su partido terminó.
“Es exactamente lo que el doctor recomendó, no gastar mucho tiempo en pista y hoy ha sido así”, explicó el serbio a Jim Courier, que previamente le había preguntado por su recuperación tras un exigente y físico encuentro de octavos de final ante Daniil Medvedev.
Djokovic llegaba al duelo con 9 horas y 44 minutos en pista, pero Nishikori y sus 13 horas y 47 minutos de batalla previas mermaron físicamente al japonés.
El No. 1 del mundo disputará sus séptimas semifinales en Melbourne con un récord asombroso: siempre que alcanzó semifinales en el Abierto de Australia, se alzó como campeón. ¿Por qué Australia es tan especial para el serbio?
“Creo que es una combinación de factores”, apuntó. “Que sea uno de los cuatro torneos más importantes del año es una motivación especial. Aquí gané mi primer Grand Slam con 20 años y tengo grandísimos recuerdos. Todo empezó aquí y me abrió las puertas a algo maravilloso”.
Djokovic se medirá por un puesto en la final al debutante Lucas Pouille. “Espero una batalla. Son sus primeras semifinales pero tiene experiencia en estos escenarios, no tiene miedo. Ganó a Nadal hace unos años en el US Open y los grandes estadios no le asustan”. Será el primer enfrentamiento entre ambos.
La primera semifinal de un Grand Slam para Pouille. La No. 34 para Djokovic, cada vez más cerca de su tercera final de Grand Slam consecutiva.
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