Camila Osorio. Cortesía: Adelchi Fioriti
Las lágrimas del final del partido dicen mucho de lo especial que es debutar con victoria en el WTA 1000 de Roma(Italia, arcilla). Camila Osorio (Equipo Colsanitas, Club Comfanorte) tuvo que salir casi cojeando de su último encuentro en el circuito en la pasada Copa Colsanitas, donde una de sus piernas no resistió la andadura en el evento donde debía defender el título y sucumbió en unas semifinales, ante la brasilera Laura Pigossi, donde incluso tuvo que recurrir al servicio por debajo.
Ahora, renovada, parece haber aprendido varias lecciones de aquella experiencia. A Roma no solo llegó con su entrenador Ricardo Sánchez, sino que también lo hizo con su preparador físico, algo que no era habitual en su gira donde solo viajaba con ‘Richi’, el español que la viene conduciendo desde hace varios años.
En el primer obstáculo aparecía la local Lucia Bronzetti, 79 del mundo y beneficiada con un wildcard por la organización, que llegaba a la capital romana con mucha confianza: a finales de abril había conseguido el título del W60 Chiasso, en Suiza, hasta el momento el más importante de su carrera profesional.
Y aquella confianza se vio en el inicio de un partido de muchas idas y vueltas, sobre todo en el primer set, donde Bronzetti fue la primera en quebrar en el segundo juego. Pero Camila, ampliamente favorita en el duelo, no dudó en recuperar rápidamente y luego ponerse con quiebre de ventaja en el quinto game, demostrando que quería imponer su condición de mejor clasificada.
Apoyada por el público, la italiana recuperó inmediatamente y ajustó mucho más su servicio, poniendo a Camila en la siempre complicada situación de ir debajo en el marcador. Sin embargo, la colombiana solventó. No le tembló la mano las dos veces que sacó para mantenerse en el partido (4-5 y 5-6) y en el tiebreak siempre estuvo arriba para terminar haciéndolo suyo.
En el segundo set se mostró más cómoda. Con mayor movilidad respecto al primero, Osorio empezó a poner mayor intensidad en los intercambios, no dudaba en utilizar una de sus armas preferidas, los drops, e le puso el camino más complicado a Bronzetti en busca de una remontada.
El único momento incómodo de la actual 58 del mundo fue al momento de sacar 4-3 con quiebre a favor. La italiana quebró de vuelta, pero solo fue un espejismo porque Osorio tenía en la mira la victoria: un nuevo quiebre para 5-3 y luego, sin problemas, ganó su saque para sellar la victoria.
Vencer en torneos WTA 1000 ya es un hecho para Camila. Tras no poderlo haber hecho en sus dos anteriores oportunidades (Indian Wells 2021 y 2022), la tierra romana fue la ideal para hacer el debut y sumarse a Fabiola Zuluaga, Catalina Castaño y Mariana Duque, ganadoras también a este nivel.
Ahora el próximo reto será de mucha categoría. La doble campeona de Grand Slam, la bielorrusa Victoria Azarenka (16 del mundo), es el escollo en busca de los octavos de final en el Foro Itálico. Una oportunidad no solo de dar un campanazo de quilates, sino de seguir encontrando buenas sensaciones en una gira que tiene a la vuelta de la esquina Roland Garros.
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